Otra vez, la violencia le volvió a ganar al fútbol pero está vez fue en la cancha de Quilmes, donde jugaban el "Pincha" y el "Taladro".
Todo empezó a los tres minutos del primer tiempo, cuando la primera bomba de estruendo fue tirada desde la tribuna del equipo platense a Cristian Lucchetti. El clima se trasformaba en caliente, con una buena actitud el arquero quiso continuar, por lo tanto no iba a durar mucho la calma. Diez minutos después, con el equipo de Ricardo La Volpe ganando 1 a 0 con gol del ex Estudiantes, Hernán Rodrigo López, otra bomba fue arrojada por los revoltosos al arquero de Banfield. Momentos de inseguridad se vivían con el arquero yacido en el pasto y los simpatizantes del león subidos al alambrado.
Pese a las protestas de los jugadores de Estudiantes con Juan Sebastían Verón fue el primero en encabezar el pedido. La Bruja de dijo "Bajate, la c.... de tu madre, Bajate", se pudo entender de los labios del capitán, mientras observaba con odio a los barras, no hubo caso. Ni el referente , que juega sus últimos encuentros en un momento muy difícil para el club pudo dar vuelta la página. Reiteró muchas veces el insulto desafiando y en sima tuvo un aplauso con ironía de esas personas, furioso.
Como Lucchetti no se pudo recuperar y el jefe del operativo no dió las garantías para seguir, el árbitro del cotejo, Fernado Echenique, decidió suspender el encuentro. Una pena, el fútbol volvió a perder frente a la violencia.
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